“Una
mentira repetida mil veces se convierte en una verdad”. La frase de Joseph
Göbbels sigue marcando la línea editorial de los medios que se colocan a un
lado del poder. Sin embargo, la descomunal campaña de desprestigio hacia
los maestros y maestras de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la
Educación que no aceptan la imposición de la mal llamada “reforma educativa” y
la brutal represión de la que son objeto con miles de elementos de seguridad
federales y estatales en estados como Chiapas, Oaxaca, Tabasco y la Ciudad de
México está teniendo un efecto contrario en la gente, en México y en el mundo.
Cuando
miles de docentes arribaron a la Ciudad de México para marchar del Ángel de la
Independencia al Zócalo (ese Zócalo que en los últimos tres años no le han
permitido ser el corazón del sentimiento nacional y lo han convertido en una
“plaza comercial”) y con cantos, consignas, abrazados por cientos de
organizaciones y por la solidaridad de la gente, fueron bloqueados por una
sólida valla de más de diez filas de todas las policías de la Ciudad de México,
el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, EZLN, en un comunicado
emitido el mismo día, pregunta respecto a la guerra que el gobierno ha
emprendido contra el magisterio disidente: ¿Qué sigue?
“Ya
los golpearon, ya los gasearon, ya los encarcelaron, ya los amenazaron, ya los
despidieron injustamente, ya los calumniaron, ya decretaron de facto el estado
de sitio en la Ciudad de México. ¿Qué sigue? ¿Qué los desaparezcan? ¿Qué los
asesinen? ¿En serio? ¿La reforma “educativa” nacerá sobre la sangre y cadáveres
de maestras y maestros? ¿Van suplir los plantones magisteriales con plantones
policíacos y militares? ¿Los bloqueos de protesta por bloqueos con tanques y
bayonetas?”
Aquí
el texto completo del comunicado.
Apunte sobre la guerra contra
el magisterio en resistencia:
(La
Hora del Policía 3).
Junio
del 2016.
Del cuaderno de apuntes del
Gato-perro:
.- No
sabemos si en el resto del país, pero al menos en Chiapas, los de arriba están
perdiendo la guerra mediática.
Hemos
visto a familias enteras, en el medio rural y el urbano, apoyar al magisterio.
Y no nos referimos a apoyos del tipo “este puño sí se ve”, “el pueblo unido,
jamás será vencido”, y las consignas que, a pesar de las distancias en calendarios
y geografías, siguen siendo las mismas, porque abajo sigue siendo de elemental
principio la solidaridad. Si en movilizaciones anteriores del magisterio
rebelde, la “ciudadanía” (ese término que oculta la desigualdad) se mostraba
hastiada y molesta, ahora las cosas han cambiado.
Cada
vez más son las familias que socorren a l@s maestr@s, los apoyan para sus
viajes y marchas, se angustian cuando son agredid@s, les ofrecen alimentos,
bebidas y refugio. Son familias que, según la taxonomía de la izquierda
electoral, estarían “embrutecidas” por la televisión, “son come tortas”, “están
alienadas”, “son acarreadas”, “no tienen conciencia”. Pero al parecer, la
descomunal campaña mediática en contra del magisterio que resiste, ha
fracasado. El movimiento de resistencia contra la reforma educativa se ha
convertido en un espejo para cada vez más gente-gente (es decir, no la de
organizaciones sociales y políticas, sino gente común). Como si se hubiera
despertado un sentimiento colectivo de urgencia ante la tragedia que viene.
Como si cada golpe de tolete, cada bomba de gas, cada bala de goma, cada orden
de aprehensión, fueran consignas elocuentes: “hoy la ataco a ella, a él; mañana
iré por ti”. Tal vez por eso, detrás de cada maestro hay familias enteras que
simpatizan con su causa y con su lucha.
¿Por
qué? ¿Por qué un movimiento que ha sido ferozmente atacado por todos los
frentes sigue creciendo? ¿Por qué, si son “vándalos”, “holgazanes”,
“terroristas”, “corruptos”, “opositores-al-progreso”, mucha gente de abajo, no
poca de en medio, y hasta alguna de arriba, saluda, así sea a veces en
silencio, al magisterio que defiende lo que cualquier persona defendería?
.- “La
realidad es mentira”. Así pudo haber cabeceado su nota el diario chiapaneco mal
llamado “Cuarto Poder” (un medio nostálgico por la época de fincas y señores de
horca y cuchillo) cuando “denunciaba” que era falsa la fiesta popular que, el
pasado 9 de junio y en las calles de Tuxtla Gutiérrez, capital del suroriental
estado mexicano de Chiapas, se celebró en apoyo al magisterio en resistencia. Parachicos,
danzantes, musiqueros, trajes tradicionales, personas en sillas de ruedas,
marimbas, tambores, pitos y flautas, lo mejor del arte zoque y miles de
personas saludando la resistencia de l@s maestr@s. Del “éxito” de la guerra
mediática contra la CNTE da cuenta una pancarta que rezaba “Gracias maestro,
por enseñarme a luchar”. Otra más señalaba: “No soy maestro, pero soy
chiapaneco y estoy contra la reforma educativa”.
Pero
la que molestó a los directivos de “Cuarto Poder” fue la que decía, palabras
más, palabras menos: “Si al güero Velasco lo ponen a gobernar en el desierto,
en unos meses escaseaba la arena”.
.-
Pues, a más de 3 años de que se promulgara la presunta “reforma educativa”, el
señor Nuño todavía no puede presentar algún argumento educativo, así sea
mínimo, a favor de su “programa de ajuste de personal”. Sus argumentos han
sido, hasta ahora, los mismos de cualquier capataz de la época porfirista:
gritos histéricos, golpes, amenazas, despidos, encarcelamientos. Los mismos que
emplearía cualquier triste y gris aspirante a policía posmoderno.
.- Ya
los golpearon, ya los gasearon, ya los encarcelaron, ya los amenazaron, ya los
despidieron injustamente, ya los calumniaron, ya decretaron de facto el estado
de sitio en la Ciudad de México. ¿Qué sigue? ¿Qué los desaparezcan? ¿Qué los
asesinen? ¿En serio? ¿La reforma “educativa” nacerá sobre la sangre y cadáveres
de maestras y maestros? ¿Van suplir los plantones magisteriales con plantones
policíacos y militares? ¿Los bloqueos de protesta por bloqueos con tanques y
bayonetas?
.-
Lecciones para Nuño sobre Terrorismo. La toma de rehenes (que eso y no otra cosa
es la detención de miembros de la dirección de la CNTE), en cualquier
terrorismo (el del Estado y el de sus espejos fundamentalistas) es un recurso
para forzar un diálogo y una negociación. No sabemos si allá arriba se han dado
cuenta o no, pero resulta que la otra parte (el magisterio) es quien busca el
diálogo y la negociación. ¿O la SEP ya se afilió a ISIS y toma rehenes sólo
para sembrar el terror?
.- Hay
una anécdota que circulaba entre los servicios de inteligencia gubernamentales
de las grandes potencias. Dicen que, para ganar la batalla mediática en la
guerra contra Vietnam, los servicios de inteligencia norteamericanos creaban,
ésa es la palabra, escenarios de victorias rotundas, de la creciente debilidad
del enemigo, de la fortaleza moral y material de las tropas propias. Porque
resulta que la estrategia llamada “ganar mentes y corazones”, que inicialmente
estaba destinada a librarse en Vietnam, tuvo que librarse en las calles de las
grandes ciudades de la Unión Americana. Después de ese abril de 1975 -que
recordaba la derrota en Playa Girón, en la Cuba digna, en el mismo mes, pero de
1961-, un funcionario norteamericano dijo: “el problema es que fabricamos
tantas mentiras para los medios que acabamos por creerlas nosotros mismos.
Creamos una escenografía de victoria que ocultaba nuestro fracaso. Nuestra
propia estridencia evitó que escucháramos el estrépito de nuestro derrumbe. No
está mal mentir, lo malo es creerse las propias mentiras”. En fin, es claro que
nosotras, nosotros, zapatistas, no sabemos mucho de medios de comunicación,
pero en nuestra humilde opinión, es mal negocio poner, al frente de la campaña
mediática de una privatización descarada, a un capataz triste y gris que quiere
ser policía.
.-
Iniciar a la niñez en los primeros pasos a la ciencia y el arte, eso es lo que
hacen los maestros, maestras y maestroas.
Doy fe.
Maiu-Guau.