Miserables
Por: Diego
Valeriano
Lxs
hijxs de desaparecidos son miserables. Bueno, perdón: lxs hijxs de
desaparecidos que aparecen en la tele son miserables.
Un
video editado, una operación de prensa inmensa llevada adelante por Clarín, un
diputado medio nabo que se la deja picando; un combo demasiado obvio en el que
todos se desesperan por ser parte. Cartas, twits, opiniones; todo esto
genera “el caso Cabandié”. Todo es parte de la campaña, y está bien que así
sea, pero…
El
martes pasado en el programa de la pata progre de TN, “Palabras más…”, tres
hijxs de desaparecidos daban lecciones sobre moral y política a su ¿colega?
Juan Cabandié. Sin cuestionar en qué medio estaban, sin preocuparse de que un
gendarme filme a un ciudadano y cuestionando sólo a Cabandié. Se
despacharon sin asco contra la persona en cuestión, en particular, y
contra la política de DDHH, en general. Palos, oportunismo, cinismo, clima
electoral. Con caras de compungidxs y decepcionados con “Juan”,
hilvanaban torpemente lo de Juan en
una serie maltrecha junto con el proyecto X, la asunción de Granados, el caso
Julio López y la maldita bonaerense.
A
ningunx se lo ocurrió decir: “este Juan es un boludo, el video está demasiado
editado, esto es una operación de prensa -mínimo de Clarín y Gendarmería-, no
tengo más que opinar”. Por el contrario, siguiendo los mandatos de sus jefes
políticos e imbuidos de la moral de la víctima, salieron a participar del
juego. No a jugarlo plenamente, se ofrecieron como meras piezas.
Su
miserabilidad y oportunismo, la verdad, a mi mucho no me gustan. Es más, si me
apuran soy más afín al tipo miserabilidad de Cabandié, más pequeñito, más
runfla; del tipo que medio borrachín te chapea con cualquier cosa con tal de
zafar.